Tener una alimentación saludable puede reducir el riesgo de padecer una depresión severa, asegura un estudio realizado en la University of Eastern Finland.
«El estudio refuerza la hipótesis de que una dieta sana tiene efectos potenciales, no sólo en la atención de un cuadro depresivo, sino también en su prevención», dijo Anu Ruusunen.
En su opinión, las personas deprimidas a menudo tienen una dieta de mala calidad y una disminución de la ingesta de nutrientes.
Luego de analizar los datos de más de 2.000 hombres que fueron monitoreados en un rango de edad de 13 a 20 años, Ruusunen identificó una relación entre una dieta saludable caracterizada por el consumo de verduras, frutas, granos enteros, pollo, pescado y queso bajo en grasa y una menor prevalencia de síntomas depresivos, así como un menor riesgo de depresión.
Mientras la comida chatarra como el azúcar y las carnes procesadas pueden aumentar los síntomas depresivos.
“La adhesión a una dieta poco saludable que se caracteriza por un alto consumo de embutidos, carnes frías, postres y bocadillos que contienen azúcar, bebidas azucaradas, alimentos procesados se asoció con un aumento de la prevalencia de los síntomas depresivos elevados”.